domingo, 10 de marzo de 2013

Nuevas formas de sexismo en el alumnado

1. Introducción.
 
Muchas de las formas de discriminación se hacen hoy menos burdas, más veladas, más sutiles. La forma de detección es, por consiguiente, más difícil, más compleja: se baja la guardia, se cae en la ingenuidad, se detiene el análisis en la apariencia. Por ende, se hace también más compleja la superación de las discriminaciones. Si se piensa que existe ya la igualdad de oportunidades para hombres y para mujeres, si se cree que no se dan ya formas de dominación, si se piensa que la discriminación es un fenómeno del pasado será difícil realizar un análisis profundo y acertado de la realidad" (Varios, 1993).
 
 


  
En primer lugar, antes de describir la experiencia, delimitemos, lo que es entendido por sexismo : “Una actitud dirigida hacia las personas en virtud de su pertenencia a los grupos basados en el sexo biológico (hombres o mujeres) ”. No obstante, en la práctica el sexismo suele identificarse con actitudes negativas (rara vez suele emplearse el término prejuicio para referirse a la predisposición positiva hacia los miembros de un grupo) dirigidas hacia las mujeres, aunque también es cierto que cada vez es más frecuente utilizar dicho término para referirse también a los hombres (Moya, 2004).
Sin embargo, esta concepción del sexismo ha sido cuestionada por varias razones (Moya, 2004), entre las que se encuentra el hecho de que vinculando el sexismo con las actitudes negativas, peyorativas y de rechazo hacia las mujeres, se enmascara y olvida que pueda haber sexismo incluso aunque haya actitudes positivas.
 
De ahí que algunos autores hayan defendido que el sexismo, como también ocurre con otros prejuicios, más que una actitud negativa es una ideología grupal, esto es, un conjunto de creencias acerca de los roles, características, comportamientos, etc., considerados apropiados para hombres y mujeres, así como acerca de las relaciones que los miembros de ambos grupos deben mantener entre sí.
 
La realidad, es que hoy el sexismo se manifiesta de formas nuevas, más sutiles, que pasan desapercibidas pero que siguen perjudicando a las mujeres. Se habla de Neosexismo, entendido como: “la manifestación de un conflicto entre los valores igualitarios junto a sentimientos negativos residuales hacia las mujeres. Este sexismo, aunque está en contra de la discriminación abierta contra las mujeres, considera que éstas ya han alcanzado la igualdad y que no necesitan ninguna medida política de protección impidiendo con ello la igualdad real.
Por su parte Glick y Fiske, 1996; 2001, introduce La teoría del sexismo ambivalente (Glick y Fiske, 1996; 2001) con dos cargas afectivas antagónicas: positiva y negativa, dando lugar a dos tipos de sexismo: el hostil y el benevolente. . La ideología de género (o sexismo) es ambivalente porque la antipatía sexista coexiste con sentimientos positivos hacia las mujeres. En el sexismo, pues, habría dos componentes claramente diferenciados, aunque relacionados entre sí: el sexismo hostil (SH) y el sexismo benévolo (SB).
 
En el sexismo hostil  asigna a las mujeres cualidades por las que son criticadas, coincide con la actitud negativa hacia las mujeres. Es una ideología que caracteriza a las mujeres como un grupo subordinado, basado en la supuesta inferioridad y legitima el control social que ejercen los hombres. Justificado en  la creencia de que las mujeres son más débiles e inferiores que los varones, y legitima a la figura dominante masculina. En su faceta competitiva, el sexismo hostil mantiene incluso la creencia de que a las mujeres no se les permita responsabilizarse de asuntos económicos y sociales importantes, siendo su entorno natural,  la casa y la familia. Y la hostilidad  heterosexual, es fundamentada, en  la creencia de que las mujeres, debido a su poder sexual, son peligrosas y manipulan a los hombres.
 
El sexismo benévolo sería un conjunto de actitudes interrelacionadas hacia las mujeres que son sexistas en cuanto las considera de forma estereotipada y limitadas a ciertos roles, pero que tiene un tono afectivo positivo, para el perceptor, y tiende a suscitar en él conductas habitualmente consideradas prosociales (por ejemplo, ayuda) o de búsqueda de intimidad. Este sexismo benévolo, más dulcificado y menos estridente, puede ser más perjudicial en ocasiones que el hostil por articularse conforme a un sistema de refuerzos y castigos destinado a que el grupo subordinado sepa comportarse como tal, asignando cualidades a las mujeres por las que puedan ser valoradas.
  
El sexismo ambivalente refleja las características propias de las relaciones entre hombres y mujeres, aunque no exclusivas de los grupos de género, donde las diferencias de poder coexisten con la atracción interpersonal. Los dos sexismos funcionan como una potente combinación que promueve la subordinación de las mujeres a los hombres (Glick y Fiske, 2001).
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2. Desarrollo de la experiencia.
 
En el ámbito educativo, por una parte, el hecho de que la ley recoja formalmente los principios de no discriminación no provoca, por sí mismo, la superación de estereotipos sexistas. Los decretos no pueden provocar modificación de actitudes, ni siquiera despertar motivaciones ni transmitir la sensibilización necesaria para una intervención eficaz, aunque puedan, por otra parte crear estructuras que faciliten el desarrollo de un planteamiento coeducativo. Se hace por tanto necesario, por un lado, el desarrollo de actuaciones que permitan modificar sistemas de creencias y actitudes en el alumnado y ello, a través  de la investigación del profesorado sobre su práctica, para que de esta forma, pueda comprender la naturaleza de los principios que la inspiran y en este caso, sobre la educación y el sexismo en las aulas (Spender y Sarah, 1993). Resulta, especialmente interesante, que se multipliquen las experiencias de indagación sobre la práctica de modo que se produzca, de forma ascendente, una teoría que la explique. La autora del presente artículo, en el Diseño de su Tesis Doctoral y al mismo tiempo, por su papel como Orientadora Educativa, desarrolla la presente actuación.
 La experiencia se lleva a cabo en el IES Ciudad de Algeciras, Instituto de Enseñanza Secundaria, ubicado en la Barriada del Saladillo (zona residencial habitada por familias  de renta baja, que en un porcentaje significativo, han sido realojadas en viviendas (según informe de Ministerio de Fomento de Análisis Urbanístico de Barrios" -edición 2011), que vivencia, a título cotidiano, la procedencia de alumnado de hogares en  los que sus miembros se encuentran en  paro o subsisten mediante una economía sumergida  y dónde coexiste, en aumento, población gitana,  de origen marroquí…; Además, la zona en la que se ubica el Instituto está marcada por unas posibilidades de ocio y cultura, prácticamente inexistentes. Concretamente, los destinatarios de las actividades desarrolladas en la experiencia de este artículo, son cuarenta alumnos/as, de segundo y tercer curso de la ESO.




De interes, resulta la elección del centro escolar en que se desarrolla esta experiencia, en tanto que la procedencia del alumnado es, de un entorno residencial vulnerable desde el punto de vista socio-económico, muy diverso, tanto en su aspecto geográfico como en su identidad cultural y esta marcada diversidad, proyecta un debate intersante sobre el desarrollo y estatus de las relaciones de género en los ámbitos familiares y o de pareja que pudiera vivenciar el alumnado. .La posición de desventaja social o roles que desempeñan las mujeres que habitan en los hogares de estos chicos/as, se encuentran en muchos casos, limitada en sus oportunidades de crecimiento y su libertad para elegir las condiciones de vida.
 
Concretamente, la experiencia, en el IES Ciudad de Algeciras, consistió en administrar, un cuestionario que incluye una batería de frases que contienen distintos escenarios recreados por adolescentes, con contenido sexista de tipo benévolo/hostil .y dónde se llevan a cabo  respuestas de confrontación directas o indirectas a los comentarios sexistas realizados por sus participantes. El alumnado, debía mostrar  el grado de acuerdo/desacuerdo en que se posiciona ante estas frases en relación a la percepción de cómo considera las situaciones expresadas y cómo se enfrentan las chicas a ellas (los resultados hallados sirven para verificar la validez de instrumentos de investigación en la Tesis Doctoral de la autora y se encuentran en proceso de análisis). Lo interesante, es por tanto, que la aplicación del cuestionario sirvió de andamiaje para introducir al alumnado en la experiencia de una charla-debate que incluyó el tratamiento de los siguientes contenidos:
 
  • A ) El concepto de  Sexismo Ambivalente, según Susan Fiske y Glick( 1996).
  • B) Identificación de  los principales indicadores de control o de dominación en la relación de noviazgo adolescente.
  • C) Reconocimiento de los estereotipos y falacias del “amor romántico”.
  • D) Análisis de las causas de la violencia machista y manejo de estrategias para prevenirla
Los apartados B),C) Y D)  fueron tratados, empleando como recurso la Guía Detecta del Instituto Andaluz de la Mujer.
  
3. Resultados.
  
  •  Los resultados fueron muy satisfactorios , en tanto que el alumnado fue participativo y mostró gratitud por el hecho de tratar el tema  del sexismo, desde la perspectiva comentada. 
  • Hacían reconocimiento de interesarles el tema de la charla-debate , sobre todo en tercer curso de primaria, ya que muchos habían  finalizado alguna relación de noviazgo y las cuestiones comentadas en la charla-debate, indicaban, en algunos casos, haber sido  las razones por las que habían finalizado sus relaciones. 
  • No obstante, aunque este tipo de experiencias como sensibilización hacia el tema, resulta beneficioso (observado en la actitud y en las intervenciones realizadas por el alumnado y el propio profesorado), no deja de ser una actividad puntual. Es importante recalcar que para trabajar con jóvenes la igualad de género y la prevención del sexismo, lo adecuado es realizar proyectos de larga duración. Hacen falta acciones que combinen la formación en valores, la reflexión sobre los estereotipos, la construcción social del género y sus manifestaciones machistas actuales, etc.
   
 
 
 
 
 
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